Pavel Núñez y Marel Alemany reaccionan a ataques en redes sociales
En una conversación sincera y profunda con Diario Libre, previo a su concierto titulado «Pavel a Marel», realizado el pasado sábado 10 de mayo del 2025, los cantautores dominicanos Pavel Núñez y Marel Alemany compartieron sus puntos de vista sobre un tema cada vez más común entre las figuras públicas: el impacto de las críticas en la era digital.
Ambos coincidieron en que, aunque los comentarios positivos abundan, una sola crítica negativa puede opacar todo lo demás. Sin embargo, aseguran haber aprendido a navegar ese ruido con madurez emocional y autoconocimiento.
“Mi mamá me enseñó algo que todavía me sirve”, recordó Marel. “Cuando era niño me peleé con otro en el colegio porque dijo algo feo sobre mi mamá. Ella me preguntó: ‘¿Eso es verdad?’ Y cuando le dije que no, me respondió: ‘Entonces no te quilles’. Esa ha sido mi filosofía desde entonces”.
Por su parte, Pavel Núñez reconoce que ha tenido que desarrollar resiliencia frente a las opiniones ajenas.
“Obviamente he tenido que hacer las paces con eso. Me he vuelto un ser resiliente. Uno tiene que enfrentarse al criterio de personas que pretenden conocerte a través de una sola situación, y que a partir de ahí te juzgan y te desechan”.
Ante esos ataques, Pavel recomienda hacer una pausa y reflexionar con objetividad:
“En ese momento tienes que dar un paso atrás y analizar si lo que dice esa persona es verdad. Si hay algo de verdad, hay que abordarlo. No somos intocables. Puedes decir: ‘Discúlpame si no actué bien o si el mensaje no se entendió como debía’. Pero si entiendes que esa persona está equivocada, simplemente debes seguir caminando”.
El artista utiliza una metáfora contundente para ilustrar el peso emocional que puede suponer prestar demasiada atención a las críticas:
“La mochila se vuelve un tanto pesada. Y es muy difícil escalar una montaña con una mochila de bloques. Hay que procurar que ese equipaje esté lleno de plumas, porque si no, no vas a llegar a la cima de ninguna manera”.
Aclara que esa cima no es la fama, sino la paz interior:
“No hablo de la cima de popularidad, hablo de la cima interna. De poder estar en paz con lo que has conseguido”.
Pavel también habló del juicio fácil y desmedido que se ve en redes sociales:
“Hoy es muy fácil desmeritar el logro de cualquiera. Alguien puede venir y decirte que todo lo que has hecho no vale nada. Hay muchísimos críticos opinando desde su propia realidad, pero uno no puede detenerse a analizar la realidad de cada quien, porque humanamente no es posible”.
Marel Alemany agregó que muchas veces se olvida que detrás del personaje público hay una persona real, con emociones y responsabilidades.
“A veces uno siente que no está hablando con el artista, porque hay artistas que delegan sus redes. Pero en el caso de Pavel, sus redes las maneja él. Él no solo es artista, es una persona. Y eso a veces se olvida”.
Ambos hicieron un llamado a la empatía y a pensar antes de escribir:
“Nadie quisiera que fueran a su casa a insultarlo. La gente tiene que calmarse un poco y pensar antes de comentar. Tómate diez segundos y piensa: ‘Este personaje tiene hijos, familia… ¿Cómo afectará esto a sus hijas, por ejemplo?’”, dijo Marel.
Para cerrar, Pavel ofreció una reflexión que resume su visión del arte y la humanidad del artista:
“Nosotros no somos perfectos. Cometemos errores, y de hecho, somos artistas porque cometemos muchos errores. Si no, seríamos científicos o matemáticos. Lo que tiene que hacer la gente es ser un poquito más decente”.
El entretenimiento dominicano tras la tragedia del Jet Set
Previo a su presentación en el concierto Pavel a Marel, ambos artistas conversaron también sobre el difícil momento que atraviesa la industria musical dominicana, tras la reciente tragedia en el icónico centro de espectáculos Jet Set, que cobró la vida de varios músicos y trabajadores.
“Es como una herida abierta que va a tardar mucho tiempo en sanar”, expresó Marel Alemany. “Pudo ser cualquiera de nosotros.
Le tocó a Ruby Pérez, un músico impresionante, pero también una persona todavía más impresionante. Ese techo no se cayó solo sobre las personas que murieron; se cayó encima de muchos dominicanos y del mundo artístico”.
Los cantautores dominicanos Pavel Núñez y Marel Alemany tras su entrevista con Diario Libre. (NELSON PULIDO)
Pavel Núñez, visiblemente conmovido, añadió:
“Ese día fue como un acto de condolencia masivo. Tú decías: ‘Me siento mal, pero no me toca’, y sí, sí te toca. Nos tocó como dominicanos. Ese día, de alguna manera, también le cayó el techo al merengue”.
Ambos coincidieron en que más allá de cualquier polémica, el Jet Set fue durante décadas un espacio donde brillaba la música dominicana.
“Durante mucho tiempo fue el escenario donde mucha gente fue a disfrutar del movimiento cultural”, recordó Marel. “No se puede ser mezquino y borrar toda su historia. El merengue se mantenía vivo allí cada lunes”.
Pavel destacó también el poder sanador de la música en medio de la tragedia:
“Yo vi videos de gente cantando canciones de Bobby Pérez y de otros artistas en medio del dolor, y eso llenaba de emoción a las familias que esperaban noticias. Esa es la fuerza de la música”.
Desde Canadá, Marel canalizó su dolor componiendo espontáneamente:
“Fue como si nos hubieran conectado a todos los dominicanos en el mundo. Gente que vive en otra realidad, que nunca había oído hablar español, lloraba por lo que pasó aquí. El dolor fue universal”. Ambos artistas ven en este duelo colectivo una oportunidad para defender los espacios de la música popular dominicana. “A veces nos ponen en un nicho como cantautores y nos limitan”, dijo Marel. “Pero ese lugar demostraba que hay público, que hay emoción, y que todavía se puede seguir construyendo desde ahí”.
Pavel cerró la conversación con una reflexión poderosa sobre el papel del arte en la sanación emocional del país:
“La música es terapia. No solo es un servicio, también es un sacerdocio. No podemos quedarnos atados a la parte amarga de esta tragedia, sino aprender a ver las luces que aparecen después. Nosotros, como escena musical, tenemos que seguir tocando, seguir sanando juntos”.