Alcaldesa de Higüey: separar a Verón reduciría en 40 % el presupuesto
La solicitud de convertir a Verón-Punta Cana en municipio vuelve a poner sobre la mesa un dilema: ¿Cómo equilibrar el crecimiento de uno de los polos turísticos más dinámicos del Caribe sin debilitar al municipio del que aún forma parte?
Desde Higüey, la preocupación viene de los líderes. Autoridades locales y representantes comunitarios advierten que la separación de Verón provocaría un recorte severo de los recursos que sustentan servicios y obras en el municipio cabecera de la provincia La Altagracia. La alcaldesa, Karen Magdalena Aristy, calcula que la pérdida sería de hasta un 40 % del presupuesto municipal.
Se caen los ingresos
“Para que tengan una idea, si eso ocurre este año, se cae el 40 % del presupuesto aprobado para 2025”, dijo Aristy, quien además alertó sobre el efecto inmediato de la incertidumbre en la inversión privada. Según explicó, ya se percibe una ralentización económica en Bávaro.
La preocupación no se limita al impacto fiscal. Para la alcaldesa, la posible creación del nuevo municipio debe verse como un tema delicado: “Aquí nadie, ni el que tenga mueblería, ni el que viva del colmado, ni del transporte, va a poder funcionar”. En su opinión, la transformación administrativa no solo fragmenta el territorio, sino también su capacidad de sostener su desarrollo.
Aunque reconoce el derecho de Verón a aspirar a una autonomía administrativa, insiste en que el proceso se ha manejado con opacidad. “Se realizó una vista pública en Bávaro y ninguna autoridad municipal fue invitada. Fue secreta”, denunció, y convocó a una reunión abierta para el 29 de mayo.
También apeló al componente político del debate: “De aquí es que salen los votos. Con dos o tres mil votos no se gana”, subrayó, aludiendo a la relevancia electoral de Higüey.
Entre los argumentos centrales está la idea de que los recursos generados en los distritos municipales deben seguir alimentando el presupuesto de Higüey, que es donde, según Aristy, reside la base operativa que sostiene a la provincia. “El personal más importante, la materia prima, sale de aquí”, sostuvo.
La preocupación comunitaria
El planteamiento también despierta posiciones firmes entre los líderes comunitarios. Julio César de Cedano, presidente de la Federación de Juntas de Vecinos, no ahorró críticas: “Quieren convertir a Verón en municipio y que Higüey se joda”. Aseguró que el conteo poblacional oficial subestima la dimensión real del municipio y su demanda de servicios.
Cirio Castillo Valdez, de Comunal, llamó a la unidad: “Higüey necesita a sus mejores hombres y mujeres de pie, sin protagonismos. Lo que se avecina no es bueno”. Recordó que Higüey sigue siendo el centro donde convergen quienes trabajan en la zona hotelera, y que también es quien recibe “los residuos, la basura, los servicios en mal estado”.
Entre el impulso de una comunidad que busca autonomía para gestionar su propio desarrollo y las consecuencias que esa decisión puede acarrear para la estructura financiera y funcional del municipio cabecera, el debate sobre Verón no es solo administrativo. Es, sobre todo, una discusión sobre modelo territorial, prioridades de inversión y redistribución de poder local.