Madrugar por una atención: el díario vivir en los hospitales públicos

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En la República Dominicana, las consultas médicas en los hospitales públicos suelen ser gratuitas o se paga un monto mínimo, que ronda los 200 pesos, dependiendo de si se trata de un paciente con o sin seguro médico. 

Sin embargo, aunque no hay grandes diferencias a pagar como  sí ocurre en las consultas en clínicas privadas, que oscilan entre los 1,500 y 3,000 pesos por visita, los ciudadanos enfrentan otro tipo de “costo” en los hospitales: su tiempo.

Y es que para atenderse en un hospital de la red pública hay que organizar una logística y pasar por un proceso de mentalización, ya que, en buen dominicano, es a “echar el día que uno va”.

Tal es el caso de Rodolfo, quien, en compañía de su esposa, llevó a sus hijos de nueve, seis y un año a consultar al Hospital Infantil Robert Reid Cabral

La familia, residente en la Zona Industrial de Herrera, se presentó en el centro sanitario un poco antes de las 7:00 de la mañana, con una mochila cargada de leche, agua, picaderas y cambios de ropa para soportar un día fuera de casa.

“A los grandes los traemos por primera vez, el proceso es más tedioso porque hay que abrirles un récord, y eso que llegamos temprano, nos tocaron los turnos cuatro y cinco, y aun así salimos de la consulta después de las 11:00, ahora hay que esperar el turno de la tarde para facturarle al pequeño”, dijo el padre mientras cuidaba a los niños y su esposa esperaba en el área de facturación.

“Los procesos son largos por la cantidad de gente que se junta”, añadió.

En el caso de Claudina, llegó de Azua junto a su niño de tres años a una consulta de chequeo regular.

“Honestamente, no llegué temprano, vine como a las 11:00 de la mañana y me tocó el turno 40 de la tarde”, señaló.

La madre, sentada en un banco, le ofrecía a su pequeño un poco del mangú con salami que preparó “para aguantar”.

“Para la tarde, empiezan a facturar después de la una y los doctores llegan después de las dos”,  dijo con total calma al conocer los tiempos que se toma cada parte del proceso.

Desde las 5:00 a.m.

En el caso del Instituto Nacional de Diabetes, Endocrinología y Nutrición (Inden), los pacientes empiezan a aglomerarse a las 5:00 de la mañana, siendo la consulta de Diabetología, precisamente, la de mayor demanda.

“Hoy llegué tarde, llegué a las 7:00 de la mañana y me tocó el número 495, pero normalmente pongo una alarma a las 4:00 de la madrugada cada vez que me toca venir”, afirmó Cleo Soto.

De acuerdo con su relato, quien llega a esas horas puede durar hasta tres horas para ir a caja, a pesar de que operan 11 cajeros simultáneos e inician desde muy temprano.

Una vez facturado, donde los pacientes asegurados pagan una diferencia de 100 pesos, reciben el número de turno que les corresponde en la especialidad seleccionada y ahí se trasladan a esperar a ser llamados.

“Después que uno factura, ahí es que se sabe tu turno real con el especialista. En mi caso suelo venir a diabetes y a nutrición y en total me toma unas seis horas, un poco más cuando también voy al cardiólogo”, comentó Soto.

Primera vez en la maternidad

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Entrada al área de consultas de la Maternidad La Altagracia. (DIARIO LIBRE/CLAUDIA FERNÁNDEZ)

Para consultarse por primera vez en la Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia, las pacientes deben llegar “como tarde, a las 6:00 de la mañana”, así lo destacó uno de los agentes de seguridad que custodia el recinto sanitario.

Ante la pregunta, un parqueador se acercó y dijo que es mejor estar a las 5:00 de la madrugada “porque se juntan muchas mujeres de los pueblos y solo reparten 20 turnos para las que todavía no tienen expediente”.

A pesar de que las consultas ginecológicas se ofrecen de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, las pacientes primerizas solo son recibidas en la tanda matutina, precisamente por las preguntas de rigor para la creación del récord médico.

El escenario se repite en el oncológico

Un cuadro similar se observa en el Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter.

Aurora Peña es paciente asidua, acudiendo cada año a sus chequeos preventivos y su mamografía.

La mujer de 82 años dijo que aunque llega a las 6:00 de la mañana, por su edad, le dan turno preferencial y ya no agota la larga fila.

«La fila sale hasta afuera de tanta gente, eso es una fila que da la vuelta. Uno dura más para llegar a la caja que lo que dura en la consulta, pero nada, que donde uno paga también tiene que hacer fila y esperar muchísimo», resaltó.

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