Nuevo fallo judicial para asesino de Lesandro Guzmán Feliz
Janaiki Martínez Estrella, miembro de la peligrosa banda dominicana “Los Trinitarios” y acusado de asestar la puñalada que acabó con la vida del adolescente Lesandro “Junior” Guzmán Feliz a las afueras de una bodega en El Bronx en 2018, recibió una nueva sentencia luego de que un tribunal de apelaciones de Nueva York desestimara el cargo de asesinato en primer grado.
En 2019, Martínez, de 27 años, fue declarado culpable de asesinato en primer y segundo grado, y condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Cuatro años después de recibir esta sentencia, llevó su caso ante una corte de apelaciones, que le impuso ahora una condena de 25 años a cadena perpetua por el cargo de asesinato en segundo grado, según informaron los fiscales.
En el caso del pandillero dominicano, la División de Apelaciones del estado de Nueva York desestimó el cargo principal, que conllevaba la pena de cadena perpetua sin libertad condicional.
Janaiki Martínez Estrella en su comparecencia en la corte de El Bronx el 30/5/2025. (FUENTE EXTERNA)
“Las pruebas establecieron que el acusado cometió un asesinato en segundo grado extremadamente atroz”, declaró el panel en su decisión. “Sin embargo, anulamos su condena por asesinato en primer grado conforme a la ley, ya que las pruebas no establecieron el elemento específico de ese delito”, concluyó el tribunal.
El hecho
Martínez Estrella se encontraba entre los 24 miembros de la pandilla “Los Trinitarios” arrestados por el homicidio ocurrido el 20 de junio de 2018, el cual fue captado por cámaras de seguridad dentro y fuera de la bodega.
El caso fue catalogado como un caso de identidad equivocada, ya que Los Trinitarios buscaban a un miembro de la pandilla rival “Sunsets” cuando vieron a Guzmán Feliz cerca del local y lo persiguieron hasta su interior.
A pesar de que el adolescente insistió en que no pertenecía a ninguna pandilla, fue golpeado dentro de la tienda, arrastrado a la calle y atacado con machetes. Gravemente herido, logró caminar hasta el hospital St. Barnabas, donde murió poco después.